El Autobus del Terror
Las estaciones de autobuses son peores que los autobuses:

o en tu parada
o hasta la que aguantes.
Pero mientras estás esperando que
llegue el bus
llegue el conductor
camine arribayabajo,
se forma la cola
te dan macutazos
se abren las puertas
y alguien, quien sea,
le da por susurrar a los cuatro vientos
que ese niño que era tan bueno la ha dejado por otra con más tetas
(cómo si existiese una mujer con más de dos tetas)
Esperamos a las puertas
(las puertas del infierno)
y entramos.
Entramos a tropel
ansiando ese asiento que no tiene otro atrás.
(Perdón por la pausa, me estaba estirando hacia el dichoso asiento.
No lo he conseguido)
Me tosen al oído y entonces decido colocarme los cascos y hacerme el dormido.
Pero el de atrás hace demasiado ruido.
Se para el bus
y alguien sube por otro que sale.
Este señor con aires de tranquilo saca su móvil y estrindentemente
y alto permanece un cuarto de hora hablando:
"Qué yo no te llamo más, ¿eh?"
Ay, ojalá joder.
¿Lo peor a todo esto?
Que estoy recién subido y hasta las tres no llego a mi destino.
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